Vamos abrir un nuevo apartado de nuestro blog que se va a llamar la Formación dentro de nuestra Hermandad destinado a todos los Hermanos y cibernauta que visite nuestr blogger. El primer artículo es el "Vía Lucis"
Via Lucis Estaciones según los relatos evangélicos de
Hay una devoción popular con tradición desde la edad media, que es el Via Crucis (el camino de la cruz). En él se recorren los momentos más sobresalientes de
Desde el Domingo de Pascua hasta el de Pentecostés hubo cincuenta días llenos de acontecimientos, inolvidables y trascendentales, que los cercanos a Jesús vivieron intensamente, con una gratitud y un gozo inimaginables.
La devoción del Via Lucis se recomienda en el Tiempo Pascual y todos los domingos del año que están muy estrechamente vinculados a Cristo resucitado.
Cómo rezar el Via Lucis
Para rezar el Via Lucis, en que compartimos con Jesús la alegría de su Resurrección, proponemos un esquema similar al que utilizamos para rezar el Via Crucis:
· Enunciado de la estación;
· Presentación o monición que encuadra la escena;
· Texto evangélico correspondiente, con la cita de los lugares paralelos (en las dos últimas estaciones hemos tomado el texto de los Hechos de los Apóstoles);
· Oración que pretende tener un tono de súplica
Si se desea, después del enunciado de cada una de las estaciones, se puede decir:
V/ Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.
R/ Como anunciaron las Escrituras. Aleluya.
V/ Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R/ Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Oración Preparatoria
Señor Jesús, con tu Resurrección triunfaste sobre la muerte y vives para siempre comunicándonos la vida, la alegría, la esperanza firme.
Tú que fortaleciste la fe de los apóstoles,
de las mujeres y de tus discípulos enseñándolos a amar con obras, fortalece también nuestro espíritu vacilante,para que nos entreguemos de lleno a Ti.
Queremos compartir contigo y con tu Madre Santísima la alegría de tu Resurrección gloriosa.
Tú que nos has abierto el camino hacia el Padre, haz que, iluminados por el Espíritu Santo, gocemos un día de la gloria eterna.
PRIMERA ESTACIÓN.
¡CRISTO VIVE!: ¡HA RESUCITADO!
Del Evangelio según San Mateo 28, 1-7. (cf. Mc 16, 1-8; Lc, 24, 1-9; Jn 20, 1-2).
Oración
Señor Jesús, hemos querido seguirte en los momentos difíciles de tu Pasión y Muerte, sin avergonzarnos de tu cruz redentora. Ahora queremos vivir contigo la verdadera alegría, la alegría que brota de un corazón enamorado y entregado, la alegría de la resurrección. Pero enséñanos a no huir de la cruz, porque antes del triunfo suele estar la tribulación. Y sólo tomando tu cruz podremos llenarnos de ese gozo que nunca acaba.
SEGUNDA ESTACIÓN.
EL ENCUENTRO CON MARÍA MAGDALENA.
Del Evangelio según San Juan 20, 10-18 (cf. Mc 16, 9-11; Mt 28, 9-10).
Oración
Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, la tradición cristiana nos dice que la primera visita de tu Hijo resucitado fue a ti, no para fortalecer tu fe, que en ningún momento había decaído, sino para compartir contigo la alegría del triunfo. Nosotros te queremos pedir que, como María Magdalena, seamos testigos y mensajeros de
TERCERA ESTACIÓN.
JESÚS SE APARECE A LAS MUJERES
Del Evangelio según San Mateo 28, 8-10.
Oración
Señor Jesús, danos la valentía de aquellas mujeres, su fortaleza interior para hacer frente a cualquier obstáculo. Que, a pesar de las dificultades, interiores o exteriores, sepamos confiar y no nos dejemos vencer por la tristeza o el desaliento, que nuestro único móvil sea el amor, el ponernos a tu servicio porque, como aquellas mujeres, y las buenas mujeres de todos los tiempos, queremos estar, desde el silencio, al servicio de los demás.
CUARTA ESTACIÓN.
LOS SOLDADOS CUSTODIAN EL SEPULCRO DE CRISTO
Del Evangelio según San Mateo 28, 11-15.
Oración
Señor Jesús, danos la limpieza de corazón y la claridad de mente para reconocer la verdad. Que nunca negociemos con la ella para ocultar nuestras flaquezas, nuestra falta de entrega, que nunca sirvamos a la mentira, para sacar adelante nuestros intereses. Que te reconozcamos, Señor, como
QUINTA ESTACIÓN.
PEDRO Y JUAN CONTEMPLAN EL SEPULCRO VACÍO
Del Evangelio según San Juan 20, 3-10 (cf. Lc 24, 12).
Oración
Señor Jesús, también nosotros como Pedro y Juan, necesitamos encaminarnos hacia Ti, sin dejarlo para después. Por eso te pedimos ese impulso interior para responder con prontitud a lo que puedas querer de nosotros. Que sepamos escuchar a los que nos hablan en tu nombre para que corramos con esperanza a buscarte.
SEXTA ESTACIÓN.
JESÚS EN EL CENÁCULO MUESTRA SUS LLAGAS A LOS APÓSTOLES
Del Evangelio según San Lucas 24, 36-43 (cf. Mc 16, 14-18; Jn, 20, 19-23).
Oración
Señor Jesús, danos la fe y la confianza para descubrirte en todo momento, incluso cuando no te esperamos. Que seas para nosotros no una figura lejana que existió en la historia, sino que, vivo y presente entre nosotros, ilumines nuestro camino en esta vida y, después, transformes nuestro cuerpo frágil en cuerpo glorioso como el tuyo.
SÉPTIMA ESTACIÓN.
EN EL CAMINO DE EMAÚS
Del Evangelio según San Lucas 24, 13-32
Oración
Señor Jesús, ¡cuántas veces estamos de vuelta de todo y de todos! ¡tantas veces estamos desengañados y tristes! Ayúdanos a descubrirte en el camino de la vida, en la lectura de tu Palabra y en la celebración de
OCTAVA ESTACIÓN.
JESÚS DA A LOS APÓSTOLES EL PODER DE PERDONAR LOS PECADOS.
Del Evangelio según San Juan 20, 19-23 (cf. Mc 16, 14; Lc 24, 36-45).
Oración
Señor Jesús, que sepamos descubrir en los sacerdotes otros Cristos, porque has hecho de ellos los dispensadores de los misterios de Dios. Y, cuando nos alejemos de Ti por el pecado, ayúdanos a sentir la alegría profunda de tu misericordia en el sacramento de
NOVENA ESTACIÓN.
JESÚS FORTALECE
Del Evangelio según San Juan 20, 26-29
Oración
Señor Jesús, auméntanos la fe, la esperanza y el amor. Danos una fe fuerte y firme, llena de confianza. Te pedimos la humildad de creer sin ver, de esperar contra toda esperanza y de amar sin medida, con un corazón grande. Como dijiste al apóstol Tomás, queremos, aún sin ver, rendir nuestro juicio y abrazarnos con firmeza a tu palabra y al magisterio de
DÉCIMA ESTACIÓN.
JESÚS RESUCITADO EN EL LAGO DE GALILEA
Del Evangelio según San Juan 21, 1-6a
Oración
Señor Jesús, haz que nos sintamos orgullosos de estar subidos en la barca de Pedro, en
UNDÉCIMA ESTACIÓN.
JESÚS CONFIRMA A PEDRO EN EL AMOR
Del Evangelio según San Juan 21, 15-19.
Oración
Señor Jesús, que sepamos reaccionar antes nuestros pecados, que son traiciones a tu amistad, y volvamos a Ti respondiendo al amor con amor. Ayúdanos a estar muy unidos al sucesor de Pedro, al Santo Padre el Papa, con el apoyo eficaz que da la obediencia, porque es garantía de la unidad de
DUODÉCIMA ESTACIÓN.
LA DESPEDIDA: JESÚS ENCARGA SU MISIÓN A LOS APÓSTOLES
Del Evangelio según San Mateo 28, 16-20. cf. Lc 24, 44-48.
Oración
Señor Jesús, que llenaste de esperanza a los apóstoles con el dulce mandato de predicar
DÉCIMOTERCERA ESTACIÓN
JESÚS ASCIENDE AL CIELO
De los Hechos de los Apóstoles 1, 9-11 (cf. Mc 16, 19-20; Lc 24, 50-53).
Oración
Señor Jesús, tu ascensión al cielo nos anuncia la gloria futura que has destinado para los que te aman. Haz, Señor, que la esperanza del cielo nos ayude a trabajar sin descanso aquí en la tierra. Que no permanezcamos nunca de brazos cruzados, sino que hagamos de nuestra vida una siembra continua de paz y de alegría.
DÉCIMOCUARTA ESTACIÓN
De los Hechos de los Apóstoles 2, 1-4
Oración
Dios Espíritu Santo, Dulce Huésped del alma, Consolador y Santificador nuestro, inflama nuestro corazón, llena de luz nuestra mente para que te tratemos cada vez más y te conozcamos mejor. Derrama sobre nosotros el fuego de tu amor para que, transformados por tu fuerza, te pongamos en la entraña de nuestro ser y de nuestro obrar, y todo lo hagamos bajo tu impulso.
ORACIÓN FINAL
Señor y Dios nuestro,
fuente de alegría y de esperanza,
hemos vivido con tu Hijo los acontecimientos de su Resurrección y Ascensión hasta la venida del Espíritu Santo;
haz que la contemplación de estos misterios nos llene de tu gracia y nos capacite
para dar testimonio de Jesucristo
en medio del mundo.
Te pedimos por tu Santa Iglesia:
que sea fiel reflejo
de las huellas de Cristo en la historia y que, llena del Espíritu Santo,
manifieste al mundo los tesoros de tu amor,
santifique a tus fieles con los sacramentos y haga partícipes a todos los hombres
de la resurrección eterna.
Por Jesucristo nuestro Señor.